EDITA: EXCMA. DIPUTACIÓN PROVINCIAL DE CASTELLÓN Y MANCOMUNIDAD TURÍSTICA DEL MAESTRAZGO

FOTOS: MANUEL CRUZADO CAZADOR

 

APUNTES BREVES

 

Primer sábado de mayo, veintidós horas, el fresquillo primaveral aprieta un poco y el frío del Maestrazgo enzarza a toda persona que deambula por las estrechas calles de Catí, cuya antigüedad se remonta a la Carta Puebla del 25 de enero de 1239, aún cuanto su inicial asentamiento y cimentaciones se suponen pertenecientes a la población Tinti romana, según Gabriel Verdú. En la dominación musulmana, Catí pertenece al castillo de Morella, como una aldea más de sus dominios, posteriormente D. Blasco de Alagón otorgó la citada Carta Puebla a Ramón de Bocona y a 40 pobladores más; dependió del señorío de Morella hasta 1691.  

 

Los jóvenes y viejos marchan después de cenar a una vieja casona solariega, donde poco a poco se va reuniendo gran parte del pueblo para ensayar las estrofas de la tonadilla que al día siguiente, de madrugada, cantarán los cantores, para llamar al pueblo a acudir a la iglesia a iniciar la romería.. Unas botellas de coñac van a pasar mano a mano, persona a persona, de gentes roncas, por los fríos, y vientos de estas tierras castellonenses.

-El ensayo, con la Banda de Música de la población, durará hasta altas horas de la noche, la gente joven lo enlazará con la "despertà".

 

Cuanto aún no ha salido el sol, a las seis de la mañana, el frío cala los huesos; la Banda y los cantores rompen el silencio para decir al pueblo que empieza el festejo y hay que levantarse; recorren todas las calles sin dejar una sola, hasta terminar junto a la iglesia, donde en el viejo bar, con vestigios de antigua casona de abolengo gótico, se desayunará el ya clásico menú: chocolate de pastilla, queso de oveja (elaborado en la población), "llançadora" (típico pan con aceite y "matafaluga"), cazalla, moscatel y un buen faria con café.  

 

Desde la iglesia parroquial, con una bella portada romántica del siglo XIII y capillas laterales góticas, retablo del pintor Jacomart, dominada por una torre gótica del siglo XIV, sirve de escenario al inicio de la romería.

Banderola roja al frente, dos cantores con roquete blanco, otro lleva la cruz en la romería, también con roquete blanco, seguidos por los acompañantes de a pie, inician la romería con los romeros montados en sus caballerías, acompañando a la que lleva la estatuilla de San Pedro; camino arriba... hasta llegar a la ermita de la Mare de Déu de L'Avellá; después, Santa Llúcia, masía de la Llécua, mas de la Pinella, hasta la ermita de Sant Pere, de Castellfort, donde llegarán a las 19 horas; se cenará "caldereta d'arròs amb fesols", aderezado con diversos condimentos de vegetales y especias; se reparte tanto a los romeros como a los visitantes, que mayormente son vecinos de Catí o de Castellfort.

 

  Ya en el pueblo sigue la fiesta; el pasado año los cantores ofrecieron un suculento jamón, acompañado con buen vino de la tierra; después tomate con aceite, pan de "fogassa, moscatell, barretja"; en fin, lo que se podría llamar un resopar, son invitados especialmente todos los que han realizado la romería a pie, tanto romeros como acompañantes, y a cuenta de los "responsos", que al caminar los cantores van entonando y que han sido encargados y pagados por los vecinos de Catí (cada responso, 100 pesetas de propina, a título voluntario).

 

Se duerme en Castellfort, pueblo situado a 1.200 m. de altura, dominante de la sierra que le rodea; al día siguiente, después de la "despertà", se iniciará el regreso, efectuando la primera parada y principal en la Mare de Déu de la Font, datada de 1476, donde nace un hermoso manantial, caracterizada por la casa- hospedería con su "sala pintada" por un tal Cei, en 1597; allí se ofrece un desayuno a base de chocolate caliente con galletas, queso de cabra, "llançadora", cazalla, moscatell; seguirá, al poco tiempo, la Misa en la ermita, y, una vez terminada ésta, seguirá la comida, el ya clásico "arròs amb fesols".

 

Son las 13 horas y se inicia con las letanías en latín, de las santas, el regreso, pasando por el Coll de Ares, Mas de l'Estaca, donde se merienda; "les fumaetes" lindando ya con las montañas de Catí, para indicar al pueblo que los romeros ya llegan.

   

 

 

Entrarán, ya tarde, en la población y con la procesión a San Pedro, las campanas tocando a gloria, cantando el "¡O vere Deus!", las barretinas echadas al aire por todos los romeros, termina esta antigua romería, cuyas raíces por estas fechas en todo el Maestrazgo, supuestamente achacables al Padre Vicente Ferrer, vestigios de antiguas culturas que aún existen hoy en día y que han supervivido a todos los avatares, a través de los tiempos.

Los hombres y los niños del pueblo encabezan la procesión, todos ellos tocados con viejas y centenarias capas negras con barretinas negras o rojas, según el caso; cantan las letanías de los santos, en latín, llegando hasta el linde de la población.

 

DATOS DE LA ROMERÍA DE CATÍ

 

Si la Romería de "les Canyes", de Castellón, es tradicional y populista en cuanto a forma, participantes y respeto de fechas; si "Els Pelegríns", de Les Useres, es penitencial y limitada en su participación -son trece los hombres que asumen la representación del pueblo de Useras para peregrinar a Sant Joan de Penyagolosa-; la Romería de Sant Pere, de Castellfort, que se celebra en Catí, arraigada en unos fuertes principios religiosos, es abierta en participación y dura en su peregrinaje.

 

  Dicha Romería es de tradición inmemorial y la primera noticia histórica de la devoción de Catí al Apóstol en dicha ermita data del año 1321. Según la tradición, el motivo que originó la celebración de esta Romería fue el de pedir salud al Santo para los vecinos de Catí en momentos en que una peste dominaba la comarca. Puede considerarse un hecho demostrativo el que en el canto del "¡O vere Deus!", la primera petición que se formula es la de salud; luego, paz, y posteriormente, gracia. En tiempos de sequía se pide también lluvia en este canto, sustituyendo la palabra "gracia" por "lluvia" en la petición.

 

Al apuntar el alba del último día del mes de abril, hoy por motivos laborales trasladado al primer sábado de mayo, se llama a los romeros: "Hoy es el día y la fiesta más grande, de Roma y cabeza de la cristiandad ... ; hermanos, venid; hermanos, llegad". El romero despierta prepara su caballería, quién la hubiese; su capa y su barretina, para acudir, en el transcurso del día, a la ermita de Sant Pere, en Castelffort. La marcha es dura, la Cruz y la bandera van delante, los cantores, dos, junto al sacerdote. Se inician con las letanías, luego las partes del Rosario y, posteriormente, los Gozos de María Santísima y otros cantos religiosos, a lo largo del trayecto. Así se va cruzando parte del Maestrazgo, se pasa L'Avellá, Salvasória, La Llécua, La Pinella.... los términos municipales de Catí, Morella, Castellfort y Ares, tierra deseada por los Templarios, donde su huella es palpable. La comida, corta; pero no penitencial; se come "Llançadora", queso, chocolate y se hacen calderas de arroz y judías en Sant Pere y en la ermita de la Mare de Déu de la Font. Al atardecer se llega a Sant Pere, ermita sita en la majestuosa cima del monte, en penosa ascensión; se entona el "¡O vere Deus!". Se pernocta en Castellfort. Al siguiente día, y tras la celebración de la santa Misa, en la ermita de la Mare de Déu de la Font, por camino diferente, se llega a Ares del Maestre, de aquí se prosigue camino a Catí, por el Mas de la Estaca, donde se merienda. Al atardecer, cuando se vislumbra el pueblo, se encienden "les fumaetes", con el fin de ser vistos por sus vecinos, que acuden a recibir a los romeros para entrar posteriormente en procesión al pueblo.

 

Los más viejos del lugar aseguran que, desde siglos, jamás se ha faltado a la cita, a pesar de epidemias, guerras, etc. Es el sentimiento de un pueblo.

Es esta la Romería, amigo lector, que en el libro se pretende reflejar; es el testimonio de la voluntad de un pueblo, de sus rostros, de su paisaje, de sus costumbres, que cada año se repiten, basados en un hecho religioso.

 

 

No se pretende juzgarlo ni compararlo, sino dar fe de ello y para tal menester nada más objetivo que la fotografía, y ningún mejor fotógrafo que aquellos que han compartido esta y cien romerías y peregrinaciones. Hábiles en el manejo de la máquina y estudiosos de las costumbres, no pretenden ofrecerles en esta obra que nos ocupa más que ser el más fiel testimonio de las tradiciones de un pueblo: en este caso, Catí.

CARLOS DANIEL MURRIA

 

VÍSPERA DE LA ROMERÍA

  • Vuelo general de campanas, anunciando la Romería.
  • PRIMER SÁBADO DE MAYO

    A las 5 de la mañana, tradicional "DESPERTA", interpretada por la Banda de Música de la localidad, acompañada de los romeros y jóvenes de la población. Todo el pueblo.

  • A las 7 horas, primer toque para la Romería.
  • A las 8 horas, el tercero y último toque. Reunidos en la Iglesia Parroquial, todos los asistentes y demás vecinos, sale la procesión en Cruz alzada, hasta el "Prigó"; o sea, principio de la carretera al Ermitorio de Nuestra Señora de L'Avellá y salida del pueblo. Durante este trayecto se entorna la Letanía de los Santos Mártires; al llegar frente a la Ermita de San Vicente se canta una antífona y en el "Prigó" otra antífona a la Cruz y a Sta. Ana.

     

     

    Seguidamente se coloca la imagen de "SAN PEDRO APÓSTOL" en un mulo, ya preparado para tal fin, y montando cada uno a su caballería, emprende la marcha de la Romería hasta la Virgen de L'Avellá, cantándose tres partes del santo Rosario. Llegada la Romería a la salida del túnel se quita el Santo de la caballería y todos los asistentes a pie, en procesión, entonándose la Letanía, se llega al pie del Altar, entonando en él el "REGINA CAELI", finalizado este acto se procede al descanso. A probar cada uno su típico "CHOCOLATE Y LLANSADORA", acompañado de CAZALLA. A la media hora se celebra la santa Misa, finalizada ésta se cantan los Gozos a la Virgen, y una vez terminado se almuerza.

     

    Aproximadamente, a las 10'30 horas, sale de nuevo la procesión entonando el "¡O VERE DEUS!", hasta unos 500 metros de la Ermita, empezando a cantar el "SANCTE DEUS", el "SUSCIPE" y el "JESUCRISTE", hasta llegar abajo a la cuesta, donde de nuevo se rezan dos partes de Rosario. Al llegar a la derribada Ermita de "SANTA LUCIA" se canta el "REGINA CAELI", antífona a la Santa y se le reza un Padrenuestro, vuelven a entonar el "¡O VERE DEUS!"; al llegar a la puerta se canta un Responso "Memento mei, Deus"; siguen con el "¡O vere Deus!", hasta unos doscientos pasos de la Ermita. Allí ya se empiezan los Santos solos, al llegar encima de la cuesta que ya descubre San Pedro, se canta la antífona de San Pedro y el "Regina Caeli", un Padrenuestro a San Pedro y vuelven a entonar el "Sancte Deus", hasta llegar al callejón de la Llécua.

     

    En la Llécua se entra cantando el "¡O vere Deus!" hasta una Cruz que se encuentra a unos trescientos pasos de la Llécua. De allí en adelante "Sancte Deus" hasta llegar a la Pinella, donde se descansa un momento y cantan un Responso "Ne recorderis". Al salir, en la Portera, se empieza el Rosario y se rezan tres partes hasta llegar al pie de la cuesta; allí se empiezan sólo los santos hasta llegar al fin de la cuesta, donde aguarda la procesión y pasan las caballerías, y cuando ha vuelto a salir la gente rompe la procesión entonando el "¡O vere Deus!", al llegar al pie del altar se canta el "Regina Caeli" y se meten en la sacristía sin salir de la iglesia se cantan todas COMPLETAS. Después se cantan los gozos y se concluye.  

     

     

      Por la noche se reza el rosario con la primera (y la primera) y la última decena cantadas como el "Pangelingua", y después de concluido el rosario se canta un responso para todos los difuntos, "Ne recorderis" y algunos de particulares "Memento mei Deus" y se concluye.

    Por la mañana se canta la despertada de San Pedro, de Castellfort.

     

    Después se reza el rosario de la Trinidad. De S. Pedro se sale cantando el "¡O vere Deus!" y al estar en la puerta se canta un responso "Ne recorderis", vuelven a entonar el "¡O vere Deusi" hasta llega al "Prigó"; allí se canta la antífona de la Cruz y después "Sancte Deus" hasta llegar al despedirse de S. Pedro. Allí se canta antífona de San Pedro, después se empieza el rosario y se reza una parte con los gozos de María Santísima hasta llegar a la Virgen de la Fuente.

     

    En la Virgen de la Fuente se entra cantando la letanía de María Santísima, al llegar al pie del altar se canta el "Regina Caeli".

    En la Virgen de la Fuente se dice una misa cantada. De la Virgen de la Fuente se sale cantando el "¡O vere Deus!", al llegar afuera, enfrente de la puerta, se canta un responso, "Ne recorderis", y sigue en el "¡O vere Deusi", al llegar al "Prigó" se canta la antífona de la Cruz.

     

     

      A la capelleta se empieza "Sancte Deus", al llegar a la "Cana" se cantan dos responsos por los que murieron en una acción que hubo en la guerra, "Memento mei Deus", y siguen cantando "Sancte Deus", hasta llegar al pie de la cuesta del Coll, allí se canta solo las SANCTAS. En el Coll se canta un responso, "Ne recorderis".

     

    Sale la procesión del Coll y al llegar a vista de Ares entonan el "¡O vere Deus!", hasta llegar al pie del altar de la iglesia, al llegar se canta el "Regina Caeli" y después se canta la antífona del Sacramento, la de la lnmaculada Concepción y la de los Apóstoles S. Bartolomé y S. Marcos; vuelven a entonar el "¡O vere Deus!", regresan. Al llegar a la plaza se canta un responso, "Liberame, Dómine" y después cantando el "¡O vere Deus!" para llegar al "Prigó", allí se canta la antífona de la Cruz y el "Sancte Deus", hasta llegar al Barranco de la Belluga. Después de la "berenada" se canta un responso, "Ne recorderis". Allí, otra vez, SANCTAS, solas, hasta llegar a la "Costa d'En Moltó", en vista del pueblo; allí se empieza el rosario y se rezan tres partes. Concluido el rosario cantan, otra vez, "Sancte Deus", hasta llegar al "Prigó" del pueblo. Allí se canta la antífona de la Cruz y el Alcalde hace bajar todo el mundo de a caballo para que entren en procesión y entonen el "¡O vere Deusi", al llegar a Casa de Beto, el Santo se mete dentro y la gente marcha a sus casa.

     

    Por la noche sale la procesión de Casa Beto. El Santo lo llevan los cuatro más viejos que hayan ido a la Romería, por orden de edad. Antes de salir deben cantar un responso para los difuntos de la Casa, "Memento mei", y rompe la procesión entonando el "¡O vere Deus!", y al llegar a la Iglesia del Hospital se encuentra con otra procesión del Pueblo. Allí se canta la antífona de "SS. Martyribus Cosma et Damiano, Tempore Paschali", y después con el "¡O vere Deus!"; al llegar a S. Roque cantan la antífona de San Roque y sigue.

     

     

    Al llegar a la plaza de la Iglesia se canta un responso, "Liberame", y al llegar al pie del altar se canta el "Regina Caeli", donde se concluye la Procesión.

    Itinerario de la procesión de Sant Pere

     


    Información turística: Ayuntamiento de Catí- Mayor, 2- Tel. (964) 40 90 81 - CATI (Castellón)


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    Última actualització: 15 de desembre de 2002.